Redacción de Econoticiasbolivia
La Paz, mayo 29, 2008.- Paralizado por su suicida política de concertación con la oligarquía que lo desprecia y detesta, el presidente de Bolivia, Evo Morales, frenó las protestas de campesinos y obreros en contra de la envalentonada burguesía agrofinanciera, que no se da tregua en su tarea de escindir al país en dos.
Este miércoles, la dirección oficialista de la Central Obrera Boliviana (COB) suspendió en las ciudades de La Paz y El Alto, las dos mayores del país, una marcha de protesta que había sido convocada desde la pasada semana para condenar la escalada subversiva de la oligarquía y exigir que el presidente Morales cumpla con las demandas populares de tierra, trabajo, pan y más salario.
La suspensión de las movilizaciones también alcanzó a otras ciudades como Oruro y Potosí, donde los dirigentes laborales cuestionaron a los sindicalistas ligados al gobierno de Evo.
Tres días antes, el domingo, el propio Morales había instruido a los dirigentes campesinos de Chuquisaca la suspensión de un bloqueo de caminos y un cerco sobre la ciudad de Sucre, la capital de la República, y que estaba siendo organizada por los indígenas, dolidos por la agresión y humillación que sufrieron decenas de campesinos a manos de los grupos fascistas que responden al mando de una oligarquía que campea impunemente a sus anchas en los valles y el oriente del país y conspira para frenar todas las reformas del "indio presidente" (ver: Razzia en Bolivia).
Ante este retroceso, las mismas fuerzas fascistas y derechistas que impidieron el ingreso del presidente Morales y organizaron el pasado sábado la "razzia contra los indios" (a los que desnudaron, golpearon, arrastraron por las calles y los hicieron arrodillar y pedir perdón en la plaza central), volvieron a la carga y convocaron en la misma ciudad de Sucre a una huelga cívica de 24 horas para este jueves en contra de Evo.
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